6/9/17

LA COLMENA. Camilo José Cela

La colmena es una novela de Camilo José Cela. Aunque en mi opinión es más un medio; un medio gracias al cual cobran vida los entrañables personajes que la pueblan. Pese a parecer un caótico nudo imposible de desenredar, (aconsejo ir apuntando en un papel los nombres de los personajes y sus relaciones) está todo muy bien hilado. Es claro que el autor volcó toda su pasión en Martín, aunque cada figura muestra un ápice de la personalidad e imaginación del escritor. Pero Martín se lleva todos los puntos (algo así como un alter ego de Cela), poeta, pobre, es la crítica a la sociedad personificada, con rasgos similares a los poetas bohemios, recorre Madrid con honor pero la dignidad humana por los suelos, persiguiendo la sombra de la felicidad que se le escapa y rehuye, todo lo contrario a su hermana Filo, quien ve esperanza donde probablemente jamás la habrá. Son precisamente Filo y su marido Roberto, el único matrimonio feliz (si es que hablando de esta novela alguna vez puede utilizarse dicho adjetivo) que aportan algo de esperanza en contraposición al agobio, compasión, traición, mentira y dureza que transmiten el resto de individuos. Hay muchos más personajes: prostitutas, alcahuetas, dueñas de casas de citas, Doña Rosa (dueña del Café, eje infraestructural de la obra), la familia Moisés (familia vacía, donde las mentiras rellenan los huecos de las expectativas no cumplidas)... Todos los personajes conforman una red intercomunicada, donde la mayoría vive pobre (en uno o más aspectos), reflejo de la sociedad de la posguerra, cruel e, irónicamente, inhumana (niña de trece años vendida a un viejo verde tras perder a sus padres en la guerra, Victorita obligada a prostituirse por intentar comprar medicinas para su novio enfermo de tuberculosis, suicidios...). Predominan personajes cuya vida no tiene sentido, que se dejan arrastrar por la corriente de la mezquina existencia, tropezando con la hambruna y sin cuestionarse la situación, sentados en la cama conformándose con un libro de lo que pudo haber sido pero no es, un ejemplo de esto es Elvirita, quien ha sido siempre víctima de la vida, y es clasificada como "un mueble más". En toda la novela es tangible el miedo de Martín a los oficiales militares, a los guardias, la poca libertad de expresión y el terror que se apodera de él cada vez que se encuentra con alguno de estos. En general está poblado, este pequeño territorio que conforma la novela de Cela, por hipócritas, desgraciados, desesperados títeres de la vida. Pero se podrían organizar en dos grupos: los que temen la vida más que la muerte y los que se aferran a la vida rogando la muerte. Julia A. 2º bach.