Daniel, el Mochuelo, a sus once años se irá a la ciudad, de interno a un colegio -religioso-. Decisión tomada por su padre. Él por sí mismo jamás se iría del pueblo. El tema del libro parece ser el progreso, o quizá Delibes saca el tema del progreso relacionado con el binomio campo-ciudad, lo rural frente a lo urbano, y sus implicaciones de estudios, trabajo… favorables en principio para la urbe frente a la vida en el pueblo, con sus implicaciones de convivencia entre sus gentes, tareas domésticas, actividades agrícolas y ganaderas, artesanales, vivir dentro del entorno natural…, lo cual defiende fervientemente, incluso a pesar de los aspectos negativos: chismorreos, apodos, práctica religiosa, dependencia de la ciudad…
Delibes siempre trata magistralmente el tema de los niños: sus curiosidades, diálogos, aventuras, picardías, miedos, tristezas… aunque a veces lo haga de modo un tanto esquemático, pero siempre muy ilustrativo. En el caso de los adultos acentúa los rasgos y se acerca a la caricatura de algunos personajes. Entre ambos mundos aparece de manera simbólica como nexo el tren, el vaso comunicante, la salida…
Hay cierto pesimismo o al menos algo de tristeza o nostalgia porque se impone la huida, el abandono de un mundo y formas de vida que valora y ama.
1996