Cuentos, relatos breves y reflexiones sobre la escritura. A medida que se recorren los diversos relatos va cobrando importancia el lagarto, que inicialmente aparecía en la portada. Aporta cohesión. Es un retorno a Obaba, el pueblo de la infancia. El protagonista acude con un amigo, que es médico, al encuentro anual con su tío: contar cuentos interesantes, no perder la costumbre de la tradición narrativa. Un tío que es defensor del siglo XIX y de la literatura. Ellos al principio demasiado crédulos e imaginativos pretenden resolver el enigma de una fotografía escolar. Les convencen de su efusiva imaginación y ceden: será el principio del fin, la perdición del narrador protagonista. Surge lo inverosímil y atenta también contra nuestra propia credulidad. Algo se ha metido en la cabeza del narrador y le puede pasar como al niño del principio del relato. Se cierra el libro y en el medio quedan atrapados los relatos, unos originales, otros inspirados o plagiados, según dice el tío... Así que lo que al principio iba a ser una especia de antología de cuentos, es un libro con relatos conectados por la pasión de narrar: el encuentro anual para demostrar quién tiene un cuento mejor... y con el inquietante lagarto cerca de nuestras cabezas amenazando entrar en nuestro cerebro...
1998