Abunda en expresiones típicas de Rodari como: ¡hombre al cielo!, trinóculo, archicanes, archihuesos, parque “zooilógico”, Palacio-Del-Gobierno-Que-No-Existe... y nombres como Paulus, Petrus, Julius, Etelredus. Allí nadie pagaba: todo se pagaba gratis, había aceras móviles, robots que hacían de todo, títulos a la venta, etcétera. En suma, un despliegue de imaginación propio de Rodari. Sin duda es una práctica de sus propias teorías. Pero seguramente son más interesantes sus propuestas teóricas, sus binomios fantásticos y demás.
1996