14/9/23

FALSO MOVIMIENTO. Alejandro Gándara


Fran llega a casa cansado de su trabajo como abogado. Allí están Elvira y Toto. Elvira está preocupada  porque Carlota no ha regresado, y ya son las once. Fran le quita importancia, pero su mujer cada vez está más nerviosa. Fran se entera de que ha salido con su novio, y que este se llama Chapi. Las cosas se ponen tensas porque no quiere salir a buscarla. Al fin sale, aunque no sabe ni por dónde empezar. Da vueltas por el Madrid nocturno. Indaga. Se dirige hacia una zona probable. La encuentra, pero ahí empieza otra búsqueda. Afloran también tensiones, crisis, discusiones. En la búsqueda se producen terribles casualidades, algunas relacionadas con su profesión de abogado, que le ponen delante de su propia iniquidad.

Fran analiza cosas: las relaciones familiares, el futuro frágil con Elvira, el desconocimiento y la incomunicación con sus hijos. A la vez que sale a buscar a su hija empieza a buscarse a sí mismo, y encuentra cosas que no le gustan. Y es cuando descubre su fracaso como hombre. Lo acepta estoicamente, sin estar seguro de tener que hacer algo para cambiar. Sabe que ya nada volverá a ser como antes.


En cuanto a Carlota, ella apenas conocía a su padre. Su mundo de adolescente es un círculo cerrado. Aparte de Chapi, tal vez alguna amiga. Alguien llega para hacer añicos ese círculo, y resulta ser su padre.  Una discusión desencadena un miedo repentino hacia él. Herida en lo más profundo descubre que todo ha sido fruto de una confusión y que por ello ha conocido muchas cosas de su padre, como los sucios negocios con traficantes, y otras cosas más de la propia personalidad paterna que ella ni se imaginaba. Será una herida difícil de cerrar. 

El desencadenante de la acción y de las muchas “casualidades” será un “falso movimiento” de Carlota… que se irá deduciendo…


1996